.
Vea el siguiente documental:
Apuntes y actividades para los alumnos de secundaria de las asignaturas de Historia, Periodismo y Literatura.
En el año 859 los varegos del otro lado del mar impusieron tributo a los chudos, los eslavos, los merias, los veses y kriviches. Los jázaros impusieron tributo a los polianios, los severios y los viatichos y tomaron la piel de una ardilla blanca en cada hogar.
Entre 860 y 862 los tributarios de los varegos los expulsaron y, negándose a pagarles tributo, acordaron gobernarse a sí mismos. Pero no hubo ley entre ellos sino que cada tribu se alzó contra las otras. La discordia se cebó así entre ellos, y empezaron a guerrear entre sí. Se dijeron: "Elijamos a un príncipe que mande sobre nosotros y que juzgue de acuerdo a la costumbre". Así acudieron más allá de los mares a los varegos rus.. Estos varegos eran llamados rus, como otros reciben el nombre de suecos, y otros de normandos, anglos y godos. Los chudos, eslavos, kriviches y los veses dijeron entonces a los rus: "Nuestra tierra es grande y rica, pero no hay orden en ella. Que vengan a reinar príncipes sobre nosotros". Así eligieron a tres hermanos, con su parentela, que tomaron consigo a todos los rus y emigraron. El más viejo, Rurik, se estableció en Nóvgorod; el segundo, Sineus, en Belo Ozero; y el tercero, Truvor, en Izborsk. A cuenta de estos varegos el territorio de Nóvgorod fue conocido como la tierra de Rus. Los actuales habitantes de Nóvgorod son descendientes de la raza varega si bien antes eran eslavos.
Dos años después, Sineus y su hermano Truvor murieron y Rurik asumió todo el poder. Él asignó ciudades a sus seguidores, Polotsk a uno, Rostov a otro, y a un tercero Belo Ozero. Así, en estas ciudades se instalaron colonos varegos aunque los primeros pobladores fueran eslavos en Nóvgorod, en Polotsk kriviches, en Belo Ozero, veses, en Rostov, merias y en Murom, muromos. Rurik dominaba todos estos territorios.
Con Rurik había dos hombres que no pertenecían a su familia pero que eran nobles. Obtuvieron el permiso de viajar a Constantinopla con sus familias. Entonces navegaron río abajo por el Dinéper y en el transcurso de su viaje vieron una pequeña ciudad sobre una colina. Cuando preguntaron de qué ciudad se trataba les dijeron que tres hermanos, Kyi, Shchek y Khoriv la habían construído, pero que desde su muerte sus descendientes seguían viviendo allí como tributarios de los Jázaros.
Askold y Dir se quedaron en la ciudad, y después de reunir a muchos varegos, establecieron su dominio sobre el país de los Polianios al mismo tiempo que Rurik gobernaba en Nóvgorod.
Entre los años 863 y 866 Askold y Dir atacaron a los griegos en el decimocuarto año de gobierno del emperador Miguel.
En el año 879, en su lecho de muerte, Rurik legó su reino a Oleg, que pertenecía a su familia, y le confió a su hijo Ígor, que era muy pequeño.
En el año 882 Oleg realizó una expedición para la que tomó consigo muchos guerreros de entre los varengos, los chuds, los eslavos, los merios y todos los kriviches. Llegó a Smolensk, capturó la ciudad y estableció una guarnición. Entonces partió y tomó Lyubeck, donde también instaló una guarnición. Finalmente llegó a las colinas de Kiev y vio cómo Askold y Dir reinaban allí.
Huéspedes de Ultramar (1901) Pintura histórica de Nicholas Roerich que representa a los vikingos surcando los ríos de Europa Oriental. En este caso el príncipe Oleg, con sus soldados escondidos en el interior del barco, acercándose a Kiev.
Escondió a sus soldados en los barcos, dejó a otros detrás y se adelantó llevando consigo al niño Ígor. Llegó entonces al pie de la colina Húngara y, tras congregar a sus tropas, envió mensajeros a Askold y Dir, fingiéndose un extranjero en camino hacia Grecia con un mensaje de Oleg y de Ígor, el hijo del príncipe. Askold y Dir fueron a encontrarlo. Entonces, toda la soldadesca salió de los barcos y Oleg dijo a Askold y Dir: “Vosotros no sois príncipes ni de sangre real, pero yo sí”. Trajeron entonces a Ígor y Oleg anunció que se trataba del hijo de Rurik. Mataron a Askold y Dir y después de llevarlos hasta la colina, los enterraron allí, en la colina conocida como Húngara, donde el castillo de Olma se erige hoy en día. (...) Oleg se proclamó príncipe de Kiev y declaró que aquella sería la madre de las ciudades de los rus.